REFRIGERANTE, PROTECCIÓN ANTICONGELANTE Y ANTICORROSIÓN: FUNDAMENTOS
Refrigerante es el término genérico del líquido que se encuentra en el sistema de refrigeración. El refrigerante protege de heladas, de óxido y de un sobrecalentamiento y, además, lubrica. Su función es absorber el calor del motor y disiparlo a través del radiador.
El refrigerante es una mezcla de agua corriente y anticongelante (glicol/etanol), coloreada y provista de diversos aditivos (sustancias amargas, silicatos, antioxidantes y antiespumantes). Las sustancias amargas impiden la ingesta accidental del refrigerante. Los silicatos forman una capa protectora sobre la superficie metálica e impiden los depósitos de cal. Los antioxidantes impiden la corrosión de los componentes. Los antiespumantes evitan la formación de espuma en el refrigerante. El glicol mantiene la flexibilidad de las mangueras y las juntas, y eleva el punto de ebullición del refrigerante.
La proporción de la mezcla agua/anticongelante debe situarse entre 60:40 y 50:50. Esto significa que el vehículo está protegido de una congelación de entre -25°C y -40°C. La proporción mínima de la mezcla debe situarse en 70:30, y la máxima, en 40:60. Si se aumentara la parte de anticongelante .(p.ej. 30:70), no se conseguiría reducir el punto de congelación. Por el contrario, un anticongelante concentrado se congela a -13°C aproximadamente y no disipa suficiente calor del motor a temperaturas superiores a 0°C. El motor, por lo tanto, se sobrecalentaría. Debido a que el glicol tiene un punto de ebullición muy alto, puede elevarse el punto de ebullición del refrigerante hasta 135°C mediante la proporción adecuada en la mezcla. Por ello, en los países cálidos también es necesaria una cantidad suficiente de anticongelante. Siempre hay que respetar las recomendaciones del fabricante; una mezcla normal podría ser 40/60% o 50/50% empleando agua destilada (calidad de agua potable).
El refrigerante y sus aditivos están sometidos a un cierto desgaste, es decir, una parte de los aditivos se consumirá con el paso de los años. Si se consumieran del todo, p. ej., los aditivos que protegen de la corrosión, aparecería un color marrón en el refrigerante. Por este motivo, algunos fabricantes de vehículos prescriben un tiempo determinado para la sustitución del refrigerante.
No obstante, cada vez más vehículos nuevos se rellenan con los llamados refrigerantes de "larga duración" (p.ej. VW G12++/ G13). En circunstancias normales (si no hay impurezas) ya no es necesario cambiar el líquido refrigerante en algunos vehículos (VW), o por lo menos no debe cambiarse hasta los 15 años o los 250.000 km (modelos más nuevos de Mercedes). En términos generales, el refrigerante deberá cambiarse cuando tenga impurezas (aceite, corrosión) o en vehículos que no lleven refrigerantes de larga duración. En cuanto a las especificaciones, los intervalos de sustitución, la proporción de la mezcla y la miscibilidad del anticongelante, deberán tenerse en cuenta las indicaciones del fabricante del vehículo.
El refrigerante no debe llegar a las aguas subterráneas y tampoco debe eliminarse a través del contenedor de aceites. Se deberá recoger y eliminar por separado.
Aditivos / Intervalos para el cambio
El refrigerante y sus aditivos están sometidos a un cierto desgaste, es decir, una parte de los aditivos se consumirá con el paso de los años. Si se consumieran del todo, p.ej., los aditivos que protegen de la corrosión, aparecería un color marrón en el refrigerante.
Por este motivo, algunos fabricantes de vehículos prescriben un intervalo fijo para sustituir el refrigerante (p. ej. Opel Sintra: cada 5 años). No obstante, cada vez más vehículos nuevos se rellenan con los llamados refrigerantes de "larga duración" . En circunstancias normales (si no hay impurezas) ya no es necesario cambiar el líquido refrigerante en algunos vehículos (VW). En algunos modelos de Mercedes no debe cambiarse hasta los 15 años o los 250.000 km Por ello, dependiendo del fabricante del vehículo, en el mercado existen distintas prescripciones.
Normalmente, cuando existan impurezas (aceite, corrosión), deberá purgarse y cambiarse el refrigerante y deberá lavarse el sistema de refrigeración. En vehículos que no lleven refrigerantes de larga duración se recomienda renovar el refrigerante cada 3 años. En cuanto a las especificaciones, los intervalos de sustitución, la proporción de la mezcla y la miscibilidad del anticongelante / refrigerante, deberán tenerse en cuenta las indicaciones del fabricante del vehículo y del fabricante del refrigerante.